Sea
Alba un acelerador de partículas, una gran instalación, pero también
sea, es, un pequeño laboratorio de personas. Ahondemos en la reflexión
que comenzamos hace unos meses sobre la distribución de género en Alba, en esta ocasión centrándonos en el llamado “techo de cristal”.
¿Es la proporción de mujeres constante a lo largo de las diferentes estructuras del organigrama?
Los
datos nos dicen que no, que la proporción no es constante. Nos
encontramos con que mientras que la proporción de mandos intermedios (jefes
de grupo y de sección) se asemeja a la proporción total de mujeres en
Alba, la cantidad de mujeres en el llamado ”management” es del 10%
(frente a aproximadamente el 25% de mujeres en Alba[1]).
¿Cumple
Alba las estadísticas de distribución de hombres/mujeres en cargos de
poder y responsabilidad? Para responder a esta pregunta debemos
clasificar a Alba. ¿Cabe comparar Alba con el CSIC o con la
Universidad?. No parece la comparación más natural puesto que Alba es
una empresa, funciona como una empresa, mientras que el CSIC y la
universidad son organismos públicos con mecanismos de contratación y de
progresión profesional que son algo más resistentes a la discriminación
de género: tienen observatorios y planes de igualdad y las reglas de
contratacion y promocion son más objetivas. Pero miremos los datos sobre
los centros de investigación públicos. El CSIC tienen el 18% de
directoras de centros (33% de visepresidencias) [2] y las universidades
españolas tienen aproximadamente un 15% de rectoras, con porcentajes
del orden del 40% de mujeres en los equipos de gobierno de las
universidades [3]. Bien, los centros públicos de investigación también
tienen techo de cristal (aunque menos resistente). Desgraciadamente la
situación de Alba es más parecida a las llamadas “empresas cotizadas”,
aún siendo Alba la mayor infraestructura científica de España. Alba
cumple con la tendencia de la distribución de hombres/mujeres en cargos
de poder y responsabilidad en este tipo de empresas [4]. El pasado
domingo 12 de mayo el diario el País dedicó la sección de economía a
este tema titulándolo “Testosterona SA”. El artículo se puede resumir en la siguiente frase.
Las
mujeres representan el 37% de las plantillas de las empresas cotizadas,
pero solo el 22% de los mandos medios, el 11% de la alta dirección y el
10,5% de los consejos.
La
tendencia que muestran los datos de Alba es muy similar a los que
aparecen publicados en el artículo. En la publicación se recoge que esta
situación difícil de corregir y que la crisis ha colocado a este
problema en un segundo plano. La participación de las mujeres en el
poder político en los últimos años se ha incrementado notablemente y el
límite mínimo del 40% aparece cada vez más cercano. Sin embargo, hay
otros ámbitos como el poder económico y el cultural donde la
participación femenina todavía es reducida. Queda mucho camino por
recorrer. La ley de igualdad da un marco (y facilidades) para que las
empresas que aún no estando obligadas (menos de 250 trabajadores)
elaboren un plan de igualdad [5]. Esta propuesta concreta: elaborar un
plan de igualdad es viable para Alba y a buen seguro cambiaría las
estadísticas de género. Sólo hace falta voluntad.
[3] Los datos de las universidades se pueden encontrar en los planes de igualdad de cada una de ellas. Por ejemplo: la UAB y la Universidad de Sevilla
[4] La plantilla está sufriendo muchos cambios, la proporción puede variar hasta una unidad (1%) en un mes.
[5] Para
impulsar la adopción voluntaria de planes de igualdad, el Gobierno
establecerá medidas de fomento, especialmente dirigidas a las pequeñas y
las medianas empresas, que incluirán el apoyo técnico necesario. véase http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/lo3-2007.t4.html#c4
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