En el día de ayer falleció un trabajador por cola de impresión. Los hechos ocurrieron en el lugar de la fotografía.
Un
trabajador que manipulaba un gas, según la clara y extensa normativa en
seguridad de la empresa, sufrió cierta irritación en sus ojos y se
dirigió rápidamente al punto de ducha para problemas químicos más
cercano. Accionó la ducha con tan mala suerte que en ese mismo instante
la impresora que había justo debajo de la ducha comenzó a procesar su
cola de impresión.
El binomio ducha+cola de impresión generó un cortocircuito que acabó con la vida del trabajador.
Tras
una investigación en detalle, el trabajador que envió el documento a la
cola de impresión fue declarado culpable del accidente y sancionado.
Esto
nos recuerda que antes de enviar trabajos a una impresora, debemos
asegurarnos que no haya nadie duchándose. La seguridad es cosa de todos.
NOTA: la impresora estaba instalada antes que la ducha. Recientemente la impresora ha sido retirada dejando los enchufes al descubierto.
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